El pueblo vasco. Aquella misteriosa nación de los Pirineos, cuyo origen es incierto, con una lengua que aparentemente no está relacionada con ninguna otra. ¿Son tan diferentes del resto de españoles, como sugiere Sabino Arana, padre del nacionalismo euscaldún, en la revista Bizkaitarra? He aquí un fragmento de dicho diario, escrito palabra por palabra por él mismo:
"La fisonomía del bizkaino es inteligente y noble; la del español, inexpresiva y adusta. El bizkaino es de andar apuesto y varonil; el español, o no sabe andar (ejemplo, los quintos) o si es apuesto es tipo femenil (ejemplo, el torero). El bizkaino es nervudo y ágil; el español es flojo y torpe. El bizkaino es inteligente y hábil para toda clase de trabajos; el español es corto de inteligencia y carece de maña para los trabajos más sencillos. Preguntádselo a cualquier contratista de obras y sabréis que un bizkaino hace en igual tiempo tanto como tres maketos juntos".
Estas afirmaciones no tienen ningún tipo de base objetiva o empírica. Son mero sentimentalismo, prejuicios hacia los inmigrantes "maquetos" en las Vascongadas del s. XIX. Las ideas de este señor han calado en la sociedad vasca hasta tal punto de que se siguen desarrollando y difundiendo argumentos pseudocientíficos de la supuesta diferencia entre vascos y el resto de españoles y europeos, cobrando nuevas formas como la hipótesis del factor Rh negativo, por ejemplo.
¿Y si en realidad tuviéramos un origen común? Es algo que yo creo bastante plausible, y a continuación viene el porqué. Cabe antes resaltar que mi teoría, al contrario que el pensamiento del señor Arana, está fundamentada, respaldada con fuentes; mas no demostrada, lo cual quiere decir que no tiene por qué ser cierta, se requiere evidencia más contundente para ser verificada.
El euskera, ¿lengua aislada?
Lo primero que habría que cuestionarse es de dónde viene su idioma. Hasta ellos mismos se lo preguntan... Algunos dicen que es aquella lengua a la que se hace referencia en el mito bíblico de la Torre de Babel. Otros, que está relacionada las lenguas bereberes (y, por ende, con el resto de lenguas afroasiáticas). Hay algunos que sostienen que guarda alguna relación con las lenguas autóctonas del Cáucaso...
De entre esas tres teorías, es la tercera la que menos descabellada me parece por algunas coincidencias que tal vez podrían sugerir una conexión muy lejana, y aún así, es un disparate a mi parecer. Las lenguas del Cáucaso ya de por sí ni siquiera parece que estén relacionadas, es más, si idiomas que supuestamente pertenecen a la misma familia como el adigués y el abjasio (familia caucásica noroccidental), el checheno y el lezgiano (familia caucásica nororiental) o el georgiano y el esvano (familia kartveliana o caucásica meridional) no son mutuamente inteligibles, mucho menos lo son entre las distintas familias. Por lo tanto, si afirmar que estas lenguas están relacionadas entre sí ya es controversial, ¿qué sentido tiene establecer una supuesta afinidad con el vasco?
¿Por qué se trata de vincular el euskera con lo exótico y lo lejano? ¿No es más lógico pensar que la respuesta está más cerca? Eso mismo es lo que plantea el vascoiberismo, la teoría que establece un parentesco entre el idioma íbero, el vasco y quizás con el resto de lenguas prerromanas no indoeuropeas, como el tartésico.
Esta idea no nació ayer: ya Estrabón en el s. I a.C. afirmaba en su obra "Geografía" que:
"Sin entrar en grandes distingos, podemos decir que los aquitanos se diferencian de la estirpe gala por la constitución física y por la lengua, y que se parecen más a los íberos".
No obstante, la teoría como tal se empezó a desarrollar en el s. XVI con los manuscritos de Esteban de Garibay. Y sin embargo, después de todo este tiempo, no ha llegado hasta los oídos de mucha gente. Es como si se hubiera tratado de suprimir esta posibilidad, a pesar de las sorprendentes similitudes halladas entre el vasco y lo poco que conocemos del íbero.
Entre los impactantes parecidos encontramos mucho léxico en común. Un estudio muy detallado de 2016 del filólogo paleohispanista Luis Silgo Gauche, titulado "Léxico ibérico", compara términos ibéricos con palabras modernas del euskera, indicando además dónde se encontraron las inscripciones ibéricas en cuestión y los dialectos vascos en los que se usa más comúnmente las palabras. Algunos de las coincidencias y cognados encontrados son los siguientes:
ÍBERO | VASCO | TRADUCCIÓN |
aloŕ | alor | campo de cultivo |
aŕebe | arreba | hermana |
aŕki | argia | luz |
aŕs | ertz | hermano |
bai | ibai | río |
bekoŕ | behor | yegua |
belaś | belatz | halcón |
bels | beltz | negro |
beŕi | berri | nuevo |
bios | bihotz | corazón |
bolo | buru | cabeza |
ekiar | egin | hacer |
eskeŕ | ezker | izquierda |
kalir | gari | trigo |
kaŕi | harri | piedra |
iltiŕ | hiri | ciudad |
Interprétese el carácter "ŕ" como una vibrante alveolar sonora, /r/, como el sonido que hace el dígrafo "rr" en castellano.
Y la lista continúa: cientos de páginas tiene esta magnífica obra maestra que recopila la lengua de nuestros ancestros y cientos de términos íberos concuerdan con aquellos en euskera.
No sólo eso, sino que también comparten ciertos afijos correspondientes a, aparentemente, los mismos casos gramaticales, por ejemplo, Usekerteku ("de Osicerda") o iltiŕkesken ("de los Ilercavones"), donde “-ku” y “-(esk)en” serían los sufijos del genitivo, análogo al vasco “-ko”, y su variante plural “-en”. Por ejemplo, Bilboko ("de Bilbao") o Gasteizen ("de Vitoria", plural).
Pero aún dicho todo esto, aún existe otra coincidencia entre el íbero y el vasco: los numerales. Esta es una comparación de los números vascos e ibéricos:
ÍBERO | VASCO | NUMERAL |
ban | bat | 1 |
bi~bin | bi | 2 |
irur | hiru | 3 |
laur | lau | 4 |
borste | bost | 5 |
śei | sei | 6 |
sisbi | zazpi | 7 |
sorse | zortzi | 8 |
? | bederatzi | 9 |
abaŕ | hamar | 10 |
oŕkei | hogei | 20 |
Interprétese el carácter "ś" como una fricativa alveolar sorda, /s/, como el sonido de la letra "s" en castellano. La letra "s" en íbero representa una africada alveolar sorda, /t͡s/, semejante al dígrafo "tz" en vasco.
También tienen la misma forma de formar números mayores, como por ejemplo:
- 12 sería algo así como abaŕ-ke-bi en ibérico, mientras que en euskera es hamabi. Ambos significan "10 y 2".
- 32 sería algo así como oŕkei-(a)baŕ-bi en ibérico, mientras que en euskera es hogeita hamabi. Ambos significan "20 y 12".
Se podría pensar que se trata de un caso de área de convergencia lingüística o Sprachbund. Es una posibilidad. Pero diré una cosa: nunca he visto ningún caso de Sprachbund en el que una lengua adoptara todos los números de otra, excepto en lenguas de Asia Oriental como el japonés o el coreano, en las que en ocasiones se usan numerales de origen chino. Ni siquiera la presunta "familia altaica" comparte esas similitudes a pesar de supuestamente haber compartido una ubicación muy cercana en el pasado. Ni siquiera la "familia caucásica", cuyas ubicaciones eran en su mayoría adyacentes antes de la llegada de otros pueblos al Cáucaso, comparte estas similitudes.
Los detractores del vascoiberismo afirman que la teoría no es plausible porque los investigadores no han podido descifrar completamente la lengua ibérica utilizando el euskera moderno. Para mí, esta afirmación es absurda. Para ponernos en situación, es como si yo intentara reconstruir el idioma falisco comparándolo con el criollo haitiano sin tener ningún conocimiento de latín: sería una tarea casi imposible. De manera análoga, para determinar si el íbero estaba relacionado con el vasco, primero tendríamos que reconstruir el aquitano (protovasco) y compararlo con los textos íberos. De esa manera podríamos determinar si están relacionados o si es un caso de Sprachbund.
Pero por el momento, estoy firmemente convencido de que efectivamente están emparentados. No sólo hay demasiadas coincidencias morfológicas, léxicas y gramaticales, sino también fonéticas y sintácticas entre 2 lenguas en un lapso de tiempo de más de 2000 años. Es difícil, al menos para mí, creer que no están relacionadas.
De ser verdadera esta hipótesis se podría además pensar que el tartésico (del cual no hay mucha información) está también relacionado con ambas y que, en un momento dado, en toda la península ibérica se hablaban lenguas relacionadas con el euskera, incluso en el oeste, antes de la llegada de los celtas y lusitanos). Dicho de otro modo, puede que los ancestros del resto de españoles hablaran algo parecido al vasco, lo cual implicaría necesariamente un parentesco entre los vascos y el resto de españoles. ¿Corroboran los estudios genéticos esta suposición? Veámoslo.
El "bizkaino", ¿tan distinto del español?
He aquí otra cita de Sabino Arana Goiri:
"Etnográficamente hay diferencia entre ser español y ser eusqueriano, la raza eusqueriana es sustancialmente distinta a la raza española".
Honestamente, no creo que Arana invirtiera horas y horas de exhaustiva investigación para llegar a semejante conclusión. Más bien, trataba de justificar su odio irracional hacia los "maquetos" llegando incluso a hablar de "razas" (algo que, al menos en seres humanos, no existe).
Para la desgracia de Arana, yo sí sé de una persona que ha dedicado un buen tiempo a la investigación de los orígenes de personas en los cuatro rincones del mapa. Me refiero al genetista Spencer Wells, director del proyecto genográfico de National Geographic, quien señaló en una entrevista para el diario El Períodico que genéticamente los vascos son indistinguibles del resto de los íberos, hecho que ha sido confirmado posteriormente en un estudio dirigido por el investigador de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, Jaume Bertranpetit, en el cual se descubrio que las escasas divergencias genéticas de los vascos con respecto a los españoles de otras regiones se debían al gran aislamiento histórico de la población euscalduna, pero que comparten un origen común.
Los vascos y el resto de españoles, como todos los europeos del sur, somos mayoritariamente descendientes de los primeros agricultores europeos (EEF por sus siglas en inglés) que vinieron del Levante mediterráneo trayendo consigo la agricultura y que desplazaron y exterminaron a los cazadores-recolectores (WHG) que vivían aquí. En menor medida, está el componente cazador-recolector (WHG), que no se llegó a extinguir del todo, y el componente Yamnaya: nómadas de las estepa póntica que trajeron consigo las lenguas indoeuropeas, y que sorprendentemente también dejaron huella en el pueblo vasco a pesar de no hablar un idioma perteneciente a dicha familia.
El "español", ¿tan distinto del "bizkaino"?
Este argumento es menos contundente, dado que no incluye a todo el conjunto de españoles (de ahí que usara comillas para el título), ni incluye únicamente a españoles.
Aunque el pueblo vasco sea célebre por su hermetismo, razón por la cual admirablemente ha preservado su lengua, no ha estado incomunicado del todo, interactuando con hablantes de otros idiomas. Dichas interacciones se reflejan en el sustrato eusquérico de ciertas lenguas romances.
El euskera no era exclusivo al "Euskal Herria" de hogaño. En el pasado, su distribución era mucho mayor:
Con la conquista romana, los habitantes de aquellos territorios donde se solía hablar euskera fueron progresivamente romanizados. Cuando aprendemos una lengua es normal que, sin poder evitarlo, nuestra lengua nativa influya en la manera de hablarlo. Análogamente, aquellos vascos que fueron aculturados introdujeron a su forma de hablar latín atributos de su propio idioma. Esa serie de atributos introducidos en cuestión es el sustrato lingüístico.
De ese latín "eusquerizado" se originarían varias lenguas romances entre las que se encuentran el castellano, el dialecto gascón del occitano (es más, "gascón" es literalmente un doblete de "vascón" o "vasco") y el aragonés junto con sus variedades extintas (romance navarro y riojano precastellano), idiomas cuyo lugar de origen es efectivamente colindante a las zonas donde hoy se habla euskera. El gascón se habla dentro de España (aranés), pero también fuera, en Francia, de ahí que clarificara antes que no es preciso hablar de españoles solamente.
¿En que se evidencia la influencia vasca en estos idiomas? Son principalmente características relacionadas estrechamente con la fonética. Estos son algunos atributos compartidos por los idiomas anteriormente mencionados que posiblemente se deben a la influencia del euskera:
- Estructura vocálica con sólo cinco vocales (no distingue como el catalán o el gallego entre e/o abierta y cerrada).
- Betacismo. Neutralización de la fricativa y la oclusiva labiales a favor de la última (bilabial oclusiva /b/). Esto llevó a que en castellano ambas la "b" y la "v" se pronuncien de la misma manera.
- Caída de /f/ inicial de origen latino, tras pasar por una fase de aspirada /h/. Este rasgo no se observa en el aragonés, sin embargo. Compárese el castellano "hambre", el gascón "hami" y el aragonés "fame", del latín "fames", o el castellano "hacer"; el gascón "har", "hèser", "hèr" y el aragonés "fer".
- Aparición eventual de una vocal protética delante de /r/ inicial. Esto ocurre también al revés, los préstamos del castellano en euskera, como por ejemplo el vocablo "erreferentzia", que viene de "referencia". Similarmente, en castellano existe la tendencia de añadir una vocal inicial a verbos como "rebañar" o "rabiatar", resultando en las variantes "arrebañar" y "arrabiatar", respectivamente. En el subdialecto bearnés, el más próximo geográficamente a las zonas vascohablantes, este fenómeno ocurre mucho más frecuentemente, con verbos como "reconéisher" tornándose a "arreconéisher".
¿Significa todo esto que los hablantes de estas lenguas somos en realidad vascos intentando hablar latín? Desde luego que no. Y mucho menos los hispanohablantes con una lengua tan sumamente globalizada como la nuestra, que supone una gran diversidad étnica, lo cual hace esta premisa incluso más reduccionista. Con esto no pretendo insinuar un "reductio ad Vasconum" de los castellanohablantes, sino poner de manifiesto el vínculo entre nuestras lenguas, ahora que por desgracia el idioma se está politizando tanto en nuestro país. Desde esto, en España, pareciera como si por hablar un idioma distinto unos no tuviéramos nada en común con los otros, cuando esto pone en evidencia que de hecho sí.
Conclusión
Ateniéndose a lo previamente expuesto, en el fondo no somos tan distintos, después de todo. No obstante, no por ello somos tan semejantes: hay que reconocer que la cultura y lengua vascas son en efecto únicas y excepcionales. Es preciso preservarlas y apreciarlas por el bien de todos los vascos y por el de todo el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario